JOSEPHINE No 1 – Blanco
La JOSEPHINE No 1 es ideal para vinos blancos y rosados delicados, algo afrutados y más bien ligeros. Los pinot blancs, pinot gris, sauvignon blancs o grüner veltliners jóvenes se presentan centrados, equilibrados y concentrados en la copa. Además, los chasselas, müller-thurgaus, chardonnays, chenin blancs y silvaner más ligeros también se pueden degustar tan bien con la JOSEPHINE No 1 como los trollinger, gamays y pinot noirs ligeramente refrigerados. La copa es versátil, e incluso los vinos de Oporto, Madeira y Jerez saben de maravilla. La copa No 1 muestra su fuerza particular con los rieslings finos, incluso con un poco de dulzor residual y mucha delicadeza. En pocas palabras, ¡hay que probarla!
JOSEPHINE No 3 – Tinto
Nuestra copa JOSEPHINE No 3 demuestra ser una opción distinguida. Tiene un gran espejo de superficie para que los vinos tintos voluminosos y complejos puedan airearse lo suficiente. Kurt Josef Zalto ha conseguido la cuadratura del círculo con esta copa: la combinación de las copas de Burdeos y Borgoña. Aquí, los vinos con cuerpo, concentrados y seductores, como son los famosos pinots, mezclas de Burdeos, baroli, syrah y compañía pueden saborearse en la JOSEPHINE No 3 de forma generosa. Además, esta obra maestra también sirve para vinos blancos con mucho cuerpo y ricos en extracto, como los chardonnay envejecidos en barrica, para los que es una copa perfecta. También sirve para vinos icónicos, por ejemplo, del valle de Napa, Oregón, Sudamérica, Sudáfrica y Australia.
JOSEPHINE No 4 – Champán
Los vinos espumosos como el champán, la franciacorta, el cava y el sekt son bebidas para ocasiones especiales. Se merecen una copa elegante que les permita brillar. La JOSEPHINE No 4 impresiona sobre todo por su forma inusual y se coloca de una manera perfectamente equilibrada en la mano. La superficie de la copa del mismo tamaño que el vaso universal y su punta profunda hacen resaltar los finos toques espumosos de los champanes reserva, así como el suave perlage de otros espumosos. El estrechamiento hacia el borde de la boca favorece la riqueza del buqué y lo transporta de forma concentrada hacia la nariz. Los vinos dulces como el auslesen, los vinos con hielo, Tokaji o el sauternes también se benefician de la forma de esta copa única. Con esta copa, los momentos de celebración pueden prolongarse indefinidamente.