Sophie Christmann

«El objetivo de una copa es ser el escenario perfecto donde un vino espumoso pueda brillar.»

Conversación con Sophie Christmann sobre su pasión por la uva pinot noir, el secreto de un vino espumoso perfecto y el éxito de Christmann & Kauffmann.

Sophie, eres la «nueva generación» de la bodega de tu familia y estás causando sensación internacional con el espumoso «Christmann & Kauffmann». Cuéntanos algo sobre ti que todavía no sepamos...

Al acabar la enseñanza secundaria estudié en la universidad de Geisenheim e hice prácticas en Schäfer-Fröhlich, en la zona del Nahe, y en Bürklin-Wolf, en el Palatinado. También estuve en Burdeos. Tras terminar mis estudios en Geisenheim en 2016, decidí hacer un máster sobre economía agraria en la Universidad Humboldt de Berlín.

Como la mayor de cuatro hermanos, me incorporé a la bodega familiar de forma permanente en 2017. Siempre tuve claro que quería continuar con la tradición familiar, al fin y al cabo, crecí en el mundo del vino y he aprendido a amarlo.

Cuando te incorporaste a la bodega familiar, te centraste en las variedades de uva borgoña. ¿Por qué?

Entré en la bodega relativamente joven y siempre tuve claro que trabajaría junto a mi padre durante mucho tiempo, pero era importante para los dos que construyera algo propio desde el principio para incorporar mi propia personalidad. Mi padre siempre se había centrado en la uva riesling, la pinot entró en nuestra bodega como una ampliación del conjunto de variedades con el que trabajábamos. Mi padre me animó a dar forma al sistema pinot noir con total libertad, y desde la cosecha de 2017 he hecho de todo. Un año antes había trabajado en Julian Huber durante la vendimia, donde aprendí mucho sobre la pinot noir. Me siento muy agradecida por esa oportunidad. Ahora, un 30 % de la producción de nuestra bodega es pinot noir.

¿Cómo surgió la idea de fundar Christmann & Kauffmann?

Debo decirte que nunca planeamos fundar nuestra propia empresa de vino espumoso. Todo comenzó en una conversación con nuestros vecinos, los propietarios de la bodega Mugler. No tenían sucesor y querían alquilar sus 12 hectáreas de viñedos, auténticas joyas con una ubicación excelente. Mi padre y yo decidimos que no queríamos ampliar nuestra bodega, pero, al mismo tiempo, teníamos claro que no podíamos dejar pasar esa oportunidad. 

Entonces entró en juego Mathieu Kauffmann, que en ese momento todavía trabajaba para otra bodega en el Palatinado. Le ofrecimos comprar uvas biodinámicas de los «nuevos» viñedos para su línea de vinos espumosos. A él le gustó la idea y nos pusimos de acuerdo. Poco después, Mathieu dejó la empresa donde estaba, pero en ese momento los terrenos ya estaban arrendados. Unimos esfuerzos y decidimos iniciar juntos nuestra propia empresa de vino espumoso. Con Mathieu, desarrollamos un concepto sólido que hemos ido implementando. En septiembre de 2019, solo unos días después de que surgiera la primera idea, cosechamos las primeras 4 hectáreas de uva para el vino base. En aquel momento no teníamos instalaciones específicas para el vino espumoso, por lo que solo cosechamos lo que cabía en nuestra bodega. A esto se debió que las cantidades de nuestra primera añada fueran tan reducidas.

Sophie Christmann

Mathieu Kauffmann es uno de los mejores productores de vino espumoso del mundo. ¿Cuáles son vuestros planes en conjunto para los próximos años?

Rápidamente nos quedó claro que era una gran oportunidad para nosotros planificar un vino espumoso en una etapa tan temprana. Tanto Mathieu como mi padre son dos personas muy experimentadas que desde el principio sabían lo que querían y lo que no querían.

La premisa más importante era que la unidad de negocio de vino espumoso debía ser lo suficientemente grande para establecer para ella una infraestructura óptima a la vez que lo suficientemente pequeña para que pudiera funcionar de forma artesanal y mantener la autenticidad. Desde el principio nos centramos en producir un vino espumoso artesanal, biodinámico, con los matices de la zona, que estuviese a la altura de los mejores vinos del mundo.

Para nosotros el «terroir» lo es todo. Contamos con excelentes tierras, por lo que apostamos principalmente por los vinos espumosos de parcela: la mitad se elaboran con riesling y la otra mitad con pinot. Todo, por supuesto, cultivado biodinámicamente. Además, nuestra producción es solo brut nature, dado que, en nuestra opinión, un vino espumoso perfecto no necesita azúcares añadidos.

Actualmente pensamos producir siete espumosos con uvas de parcela y dos cuvée como punto de partida de la gama con un periodo de fermentación más corto. Con nuestra serie 100 ofrecemos vinos de riesling, mientras que la serie numerada 200 es de pinot. La cartera completa estará en el mercado a partir de 2028/2029.

Descríbenos la filosofía que impulsa vuestros vinos espumosos.

Al producir vino espumoso, se puede perder mucha más calidad en el camino del viñedo a la bodega que con otros tipos de vino. Esto nos lo recalcó Mathieu desde el principio. Por eso, nuestro procesamiento está diseñado para ser lo más cuidadoso posible. Vendimiamos todas las uvas a mano y hemos comprado cajas más pequeñas, con una capacidad de solo 8 kilogramos de uva. La uva se lleva a la bodega y se procesa lo antes posible después de la vendimia. Te puedo decir que, al principio, Mathieu seguía la carga de la prensa con un cronómetro para optimizar el proceso. En cuanto las uvas caen en la prensa, se abren un poco y las primeras sustancias amargas se desprenden de la piel. Estos son unos minutos decisivos para la calidad que tendrá posteriormente el vino. Por eso compramos unas prensas especiales para el vino espumoso que tratan la uva con extremo cuidado.

Con el tiempo hemos optimizado el proceso con Mathieu para procesar las uvas de forma óptima. Ese es el nivel que nos fijamos.

El mosto no se preclarifica en la bodega. Va directamente a la barrica de fermentación, que actualmente es de madera en un 90 %. El jugo fermenta espontáneamente, no se enfría y permanece intacto con los posos hasta la primavera. Intervenimos lo menos posible. El cuvée permanece en la levadura durante 28-36 meses antes del degüelle. En el caso de los vinos de parcela, este período es de 4-8 años. El degüelle se realiza medio año antes del embotellado.

¿Cómo es el sabor de un vino espumoso de vuestra bodega y por qué?

Nuestros vinos espumosos tienen un marcado acento especiado y salino. Apostamos por vinos espumosos con mucho extracto y buena estructura. Son finos, elegantes y suelen tener menos alcohol.

Los riesling son un poco más delgados, con tonos más ácidos y un poco más salvajes que los borgoña. Los pinot son más clásicos con un fundido maravilloso, irradian serenidad y calma. Esto es lo que aportan las variedades de borgoña al vino espumoso.

A Mathieu le apasiona la uva riesling y nos ha demostrado que podemos crear maravillosos vinos espumosos con ella. Desde la primera degustación el entusiasmo por la riesling ha sido enorme.

¿Qué características debe tener una copa para sacar el máximo partido a un vino espumoso?

Básicamente, para nosotros es importante que detrás de una copa haya una filosofía de calidad similar a la que hay detrás de nuestro producto. Se trata de artesanía al más alto nivel. El objetivo de una copa es ser el escenario perfecto donde un vino espumoso pueda brillar.

¿Cómo descubriste Josephinenhütte?

La primera vez que vi un prototipo fue en una cata de vinos de Joachim Christ, uno de los cofundadores de Josephinenhütte. Después de eso, nos encontramos las copas repetidamente en catas de vino, en los mejores restaurantes o en encuentros con compañeros del sector. Para nosotros estaba claro que estas eran de las pocas copas que queríamos probar para degustar nuestro vino espumoso.

¿Qué es lo que más te gusta de las copas?

Hemos probado las mejores copas para vino espumoso del mercado, y la de Josephinenhütte nos ha impresionado por su calidad. La excepcional forma de estas copas consigue que el vino reciba el aire que necesita, por lo que es el espacio perfecto para que desarrolle todos sus matices. Por su singular y audaz diseño, son el aliado ideal para posicionar nuestro producto.

Hablando de posicionamiento: detrás de Christmann & Kauffmann se encuentra también vuestro socio Achim Berg, una figura destacada del mundo de la moda. El inicio de las ventas y la estricta distribución me recuerdan a un lanzamiento tipo «drop» de moda o de unas zapatillas. ¿Os habéis inspirado en el mundo de la moda para definir vuestra estrategia de comercialización?

Achim Berg es amigo de la familia desde hace años. Es socio sénior de McKinsey y se encarga de la línea de moda y artículos de lujo de la marca a nivel internacional. Le interesaba invertir en el sector del vino y, cuando surgió la idea de crear nuestro propio vino espumoso, le preguntamos si quería participar. Evidentemente, es un experto en posicionamiento de productos de alta calidad, lo que nos ayudó mucho en la fase de puesta en marcha. Actualmente sigue ayudándonos a crear un modelo empresarial sólido. Con su apoyo hemos logrado poner en valor el vino espumoso y posicionarlo en el mercado.

¿Estás satisfecha con el lanzamiento? ¿Cuál es la opinión de los minoristas, sumilleres y consumidores finales?

Teníamos mucha ilusión por que saliera todo bien, pero siempre hay un poco de incertidumbre antes de lanzar un nuevo proyecto. Por suerte, todo salió incluso mejor de lo que imaginábamos. Todo se puso en marcha el verano pasado. Por fin, la gente tenía nuestro espumoso en sus copas, y esa fue una sensación fantástica.

Es agradable ver que las variedades riesling y borgoña se complementan tan bien. En realidad, nos sorprendió la gran demanda de riesling. Las excelentes valoraciones de los críticos también superaron nuestras expectativas. Este año sacaremos al mercado cantidades ligeramente mayores y ya estamos deseando que llegue el momento.

Para terminar, la pregunta más importante: ¿dónde se puede comprar vuestro vino espumoso?

Actualmente la demanda supera la disponibilidad, por lo que hemos creado un formulario de reserva en nuestro sitio web. Los interesados pueden utilizarlo para darse de alta en nuestra lista de clientes. De este modo, recibirán información sobre el próximo lanzamiento a través de un boletín informativo, pero también podrán solicitar la compra y hacer reservas. En cuanto tengamos más detalles sobre la demanda, distribuiremos las cantidades disponibles.

In these dynamic times, it is essential for me as a glass designer not to stand still. I have made it my mission to build bridges between classic craftsmanship and trend-setting ideas. With the JOSEPHINE Decanter Brillant, we have shown that the true beauty of glassmaking lies in the combination of past and future.

Kurt Josef Zalto

"The German Design Award shows me that our efforts to combine traditional craftsmanship with modern design and functional aesthetics are appreciated internationally. However, the award is not only recognition of our work, but also a call to all glassmakers: we must constantly reinvent our craftsmanship to remain fit for the future. You can't do everything with a machine, and working only with machines would be extremely limiting for me as a designer. Innovation would consequently be lost if the craftsmanship of glassmaking was to disappear. In this respect, I am very grateful that our efforts are being recognized and awarded accordingly."

Innovative Design Development

The German Design Award, according to the company, "sets international standards for innovative design developments and competitiveness on the global market… It has set itself the goal of promoting the diverse transformation tasks of our time through design, because outstanding examples provide orientation for others."

This award encourages Kurt Josef Zalto to continue creating products with Josephinenhütte that are not only functional, but also artistic and inspiring. "For me, it's about keeping traditions alive and at the same time breaking new ground," says Kurt Josef Zalto.

Brilliant and functional

Kurt Josef Zalto was inspired by a diamond when designing the decanter. Accordingly, the decanter is minimalist in design and delicate in structure. This also convinced the international jury of leading experts from various design disciplines.

The iconic shape of the decanter ensures optimum aeration of the wine and thus extracts the last flavorful secret from premium wines. In addition to the characteristic bend of the JOSEPHINE series, the decanter has a cone at the bottom. This distinctive design element ensures that the wine is quickly enriched with oxygen when it is poured thanks to a spiral-shaped swirl, allowing one to perceive the wine’s colored nuances.